Mal que nos pese, es común que en las organizaciones las reuniones y presentaciones se tornen improductivas o poco participativas, y que el trabajo en equipo no prospere como sería de esperar.
Por lo tanto, es natural que se busque implementar un método para potenciar la creatividad empresarial y la innovación de los equipos. A tal fin hay un recurso sumamente práctico y accesible: las Estructuras Liberadoras (del inglés, Liberating Structures).
En concreto, Estructuras Liberadoras son 33 microestructuras que ayudan a los equipos a trabajar e interactuar mejor. Así es como es útil para desatar la inteligencia de cada miembro en aras de obtener ideas mejores y más creativas. Son patrones que alientan, enriquecen y profundizan las formas en que interactúan las personas en el trabajo en equipo, de modo tal de facilitar el despliegue de la capacidad de innovación individual y grupal, estimulando la participación de todos los integrantes de la organización.
Estructuras Liberadoras
Estas microestructuras se adaptan a situaciones diversas y son ideales como complemento de una serie de dinámicas de trabajo en equipo de uso habitual en las empresas, como las discusiones abiertas o guiadas, entregas de informes en forma de documentos, exhibiciones de presentaciones y sesiones de lluvias de ideas, entre otras.
En tiempos donde el trabajo colaborativo es el leitmotiv, las Estructuras Liberadoras son herramientas necesarias, ya que tienen la capacidad de modificar el modo en que las personas colaboran y descubren soluciones de manera conjunta.
Estas microestructuras son especialmente indicadas, por ejemplo, como apoyo para el trabajo de los Scrum Masters –es decir, de los facilitadores responsables de garantizar que se cumplan los valores y las buenas prácticas pautadas en el framework Scrum-. Vale recordar que este último es un proceso que pone en acto una serie de propuestas para que el trabajo colaborativo en equipo obtenga los mejores resultados posibles de cara a un proyecto que presente cierta complejidad. Y precisamente las Estructuras Liberadoras permiten que los Scrum Masters puedan desempeñarse en sintonía con los posicionamientos preferidos, esto es, que puedan desplegar un liderazgo basado en el servicio y que estimulen al grupo a encontrar sus propias soluciones, entre otras cuestiones. Además, las Estructuras Liberadoras ofrecen límites para la auto-organización de los grupos y ayudan a los equipos a definir una meta y una estrategia conjunta para trabajar con el framework Scrum sin extraviar el rumbo.
Por otro lado, estas microestructuras tienen la ventaja de que son simples y fáciles de aprender y entender. Y además son “open source”, con lo cual están al alcance de todos (se las puede obtener fácilmente en la web www.liberatingstructures.com, por ejemplo).
Dinámicas de trabajo en equipo
Cada una de las Estructuras Liberadoras propone dinámicas de trabajo en equipo, con pautas claras de distribución del espacio y de las personas y tiempos muy precisos para cada acción. Pero a fin de comprender cabalmente el poder de estas microestructuras, lo mejor es repasar algunos ejemplos concretos. La microestructura “1-2-4-todos”, por caso, está concebida para involucrar en la generación de preguntas, ideas y sugerencias a la totalidad de los miembros de un equipo, de manera simultánea. Su puesta en juego demanda apenas 12 minutos y puede usarse para pensar juntos sobre algún suceso acontecido en la empresa, para tomar una decisión sobre cómo seguir, presentar soluciones innovadoras o simplemente para compartir ideas. En el contexto de esta microestructura se comienza introduciendo un desafío o situación que el equipo está enfrentando, y se invita a cada integrante a pensar sobre este reto durante 1 minuto y a aportar ideas; luego se comparten las ideas en parejas durante 2 minutos, y se crean nuevas ideas a partir de esa interacción; a continuación, cada pareja compartirá sus ideas con otro dúo durante unos 4 minutos, atendiendo a las semejanzas y diferencias y desarrollando las mismas. Y luego hay 5 minutos para que cada grupo de 4 personas comparta la idea fundamental que encontró. Como se ve, la microestructura “1-2-4-All” permite examinar toda una serie de propuestas surgidas del propio equipo en un lapso de tiempo muy breve.
Otras microestructuras interesantes son “Troika consulting” (se usa para obtener ayuda práctica e imaginativa de compañeros o colegas, con foco en los desafíos personales), “Crowdsourcing” (para aprovechar los conocimientos y habilidades de un equipo numeroso y proponer ideas creativas de manera veloz), “Impromptu networking” (para compartir rápidamente desafíos y expectativas de un grupo grande de personas y crear nuevas conexiones). También resultan atractivas las Estructuras Liberadoras bautizadas como “Conversation café” (se usa para concientizar a la totalidad del equipo sobre el sentido de ciertos desafíos profundos y generar las condiciones para que surjan nuevas estrategias) y “Open space” (para construir la agenda de prioridades entre todos).
Creatividad empresarial
Si en su empresa observan que el modo convencional que usan para comunicarse, para tomar decisiones o generar ideas en contextos grupales resulta poco efectivo –ya sea porque no alienta la participación de todos, porque resulta demasiado caótico, o, por el contrario, porque es muy estructurado-, las Estructuras Liberadoras pueden abrir las puertas hacia una interesante evolución. Al encadenar varias de estas microestructuras juntas, se puede generar y sostener un flujo de interacciones sumamente productivo, que potencie las dinámicas cotidianas de trabajo en equipo y eleve a la organización a un nuevo estadio.