Si observamos la historia, por lo común se repite un patrón: las disrupciones económicas o sociales significativas crean “una necesidad de mercado o un cambio de comportamiento que los innovadores utilizan como plataforma de lanzamiento para nuevos productos, servicios y modelos comerciales”. Al actuar de esta manera las organizaciones audaces consiguen emerger de las crisis bastante antes que sus pares, y mantienen esta ventaja durante los siguientes años. Pero esto no ocurre porque sí: requiere cambiar los comportamientos y la mentalidad, empezando desde arriba.
“Las crisis son adrenalina para la innovación. Exigen tomar decisiones rápidamente en condiciones extremadamente inciertas y en las que nunca hay suficiente tiempo o información para sopesar completamente las decisiones difíciles. Sin embargo, estas mismas limitaciones pueden desencadenar oleadas de creatividad”, se lee en este artículo que queremos compartir.
La necesidad y la urgencia estimulan las ideas innovadoras y disipan la inercia: “Los innovadores líderes aprovechan estas condiciones para remodelar la mentalidad y los comportamientos, aprovechando la oportunidad de descubrir nuevas soluciones y hacer apuestas audaces que pueden reactivar el crecimiento”, dicen los autores de la nota.
Inversión en innovación
En una encuesta, más del 90% de los ejecutivos consultados dijo que las consecuencias de COVID-19 cambiarán fundamentalmente la forma en que harán negocios durante los próximos 5 años. Y casi la misma cantidad afirmó que la crisis modificará y tendrá un impacto duradero en las necesidades de sus clientes.
No obstante, el estudio también encontró que frente a la crisis económica los ejecutivos se están centrando en gran medida en mantener la continuidad del negocio, y que la inversión en innovación están sufriendo. Solo una cuarta parte informó que capturar un nuevo crecimiento era una prioridad máxima en la actualidad, en comparación con aproximadamente el 60% antes de la crisis.
La realidad es que ir a lo seguro puede ser una decisión inadecuada en este momento, en el que por el contrario resulta clave “redescubrir las necesidades de los clientes y evolucionar en los modelos de negocio para satisfacer esas necesidades”.
Nuevas formas de trabajo
Girar en respuesta a una crisis importante como la actual requiere que las organizaciones adopten nuevas mentalidades y enfoques para sus operaciones. Que desarrollen nuevas formas de trabajo y modelos organizacionales. En tal sentido en el artículo que estamos sintetizando se destaca que:
√ Hay que priorizar la velocidad sobre la precisión.
√ Abrazar y gestionar el riesgo, experimentando a pequeña escala.
√ “Podar” las tareas y agudizar el enfoque, priorizando aquellas que benefician realmente a los clientes y al negocio.
√ Desarrollar modelos organizativos más planos y ágiles, conectados mediante la tecnología.
√ Construir sistemas de entrega sostenibles para la innovación.
La innovación se plantea de este modo como fuente de oportunidad. Ahora bien, desde esta perspectiva, poner a la organización en una nueva trayectoria de crecimiento a partir de la innovación requiere de tres acciones:
– Reasignar recursos hacia el futuro: hay que efectuar apuestas en grupos de ganancias emergentes, respaldadas por fondos y personas suficientes.
– Incorporar la flexibilidad: es preciso reorganizarse y cambiar a formas ágiles de trabajar. Y sistematizar los procesos operativos y de trabajo que empoderen a las líneas del frente para establecer conexiones con los clientes.
– Cambiar el foco hacia las decisiones que importan. Y centrarse en los resultados en lugar de las actividades, a fin de aumentar la velocidad de desarrollo.
Para implementar un enfoque de innovación duradero es preciso involucrar a toda la organización y crear equipos de “reimaginación” de alto rendimiento y con acceso directo a la alta dirección, donde se celebren la diversidad y la inclusión, dos componentes críticos de algunas de las culturas más innovadoras. Para ello hay que combinar mentalidades «soñadoras» y «hacedoras». Y sumar expertos en clientes, expertos en mercados, operaciones y estrategias de negocios (que desafíen el status quo), sumar también “campeones del cambio” (que puedan incorporar formas ágiles de trabajo) y habilitadores digitales.
“Estos conjuntos de habilidades básicas se pueden combinar con otros conocimientos especializados en la materia para crear equipos de sprint que, en última instancia, ejecuten soluciones”, se indica en la nota que estamos resumiendo.
Quienes dan prioridad a la innovación y mantienen una perspectiva de ciclo a lo largo de las crisis emergen más fuertes de estas últimas, con una base para un desempeño superior continuo. Siguiendo esta línea, el artículo concluye: “Reorganizar los productos y servicios alrededor de las nuevas prioridades de los clientes y ser receptivos a las nuevas oportunidades de negocio del mercado debería ser un ingrediente clave de cualquier estrategia de salida de COVID-19”.
Para revisar más a fondo esta propuesta que hace foco en la innovación para salir de la crisis, podés ingresar a este link.