Para eso, lo ideal es tener la capacidad de crear aplicaciones amigables y atractivas, pero no de cualquier forma, sino de manera iterativa y veloz.
Pero claro, sostener ese ritmo es una tarea compleja, en especial cuando hay una demanda cada vez mayor de aplicaciones. Frente a este contexto, las plataformas de bajo código cumplen un rol central, ya que posibilitan acelerar los ciclos de desarrollo y entrega, manteniendo los costos controlados.
Esto es así porque las plataformas low-code permiten crear aplicaciones empresariales y soluciones tecnológicas diseñadas para adaptarse a las experiencias de los clientes, en lugar de a los dispositivos. En simultáneo, dan a las empresas la posibilidad de modernizar procesos e innovar de cara a los clientes, sin necesidad de reconstruir apps preexistentes.
Por todos los beneficios enumerados, a los que se suman otros tales como simplificar la integración de datos y flujo de trabajo en plataformas SaaS y optimizar el uso de datos e información, entre otros, es que la consultora Gartner indica que para 2024 el desarrollo de aplicaciones de bajo código será responsable de más del 65% de la actividad de desarrollo de aplicaciones. Y el 75% de las grandes empresas utilizará al menos cuatro herramientas de código bajo para el desarrollo de aplicaciones de TI y las iniciativas de desarrollo ciudadano (profesional que desarrolla soluciones y no es del área de TI).
En resumen, low-code ayuda a que los negocios y sus soluciones tecnológicas sean más ágiles y digitales. Por ejemplo, con esta tecnología, una aplicación que tardaría meses en desarrollarse y lanzarse ahora se puede entregar en pocas semanas. Y luego se pueden implementar los cambios y mejoras sucesivas a partir de nuevas iteraciones. Esto permite ofrecer aplicaciones más sólidas impulsadas por los comentarios de los usuarios. Asimismo, los productos digitales que se crean e implementan como MVP luego se escalan en función de los requerimientos.
Más detalles sobre el desarrollo de software
Las plataformas low-code se basan en la arquitectura de IT más nueva, y se ejecutan en plataformas en la Nube estándar. Un distintivo es que permiten crear aplicaciones y soluciones tecnológicas utilizando interfaces gráficas de usuario, es decir, que las personas no deben apelar a la programación informática tradicional pero tienen ciertas competencias digitales. Esto representa, claramente, una revolución en el desarrollo de software, ya que permiten que usuarios del negocio sin conocimientos sobre cómo escribir código ahora pueden afrontar algunos aspectos del desarrollo. Esto ayuda a liberar a los programadores expertos para que puedan abocarse a los proyectos más complejos.
Para funcionar, utilizan bibliotecas y funcionalidades prediseñadas para acelerar el desarrollo y maximizar la reutilización de componentes. Y entre otras aplicaciones, ayudan a automatizar procesos críticos y complejos con el modelado de procesos de arrastrar y soltar, que permite a los usuarios construir a partir de aplicaciones y datos existentes.
Por todo lo dicho, mediante el low-code y otras tecnologías como inteligencia artificial, las organizaciones que deben desarrollar nuevas aplicaciones, integraciones y capacidades analíticas, así como también modernizar las aplicaciones para la Nube, crear aplicaciones móviles orientadas al cliente y automatizar flujos de trabajo pueden avanzar más rápido y a paso firme comparado con los esquemas de trabajo convencionales. Es por ello que el low-code se convierte en un impulsor de la transformación digital al reducir el tiempo y el dinero invertidos en los procesos de desarrollo tradicionales y al empoderar a los empleados para que se adentren en el desarrollo, independientemente de su experiencia técnica.
De hecho acelerar la transformación digital es la razón principal por la que la mayoría de los líderes de TI eligieron una plataforma de código bajo, con un 69% enfocándose en terminar el trabajo de transformación digital.
Alto impacto
Las plataformas de low-code actúan como un catalizador para el cambio, al tiempo que ofrecen a las compañías la oportunidad de respaldar las iniciativas de transformación digital y acelerar la modernización.
Hoy, frente a la necesidad que tienen las organizaciones de digitalizar sus ofertas en torno a la experiencia del cliente, está claro que el low-code les proporciona las herramientas y capacidades que necesitan para encarar estas demandas de manera más eficiente.
¿En tu empresa pensaron en implementar el uso de plataformas low-code?