Y la aceleración del negocio digital está presionando a los líderes de TI para que aumenten drásticamente la velocidad de entrega de aplicaciones y el tiempo de creación de valor. Esto hace que los departamentos de TI de las compañías enfrenten importantes desafíos: los proyectos de desarrollo se acumulan, los programadores escasean y además se observan altos índices de rotación del personal de tecnología.
Por ejemplo, en la Argentina cada año hay 15 mil puestos de trabajo sin cubrir entre empresas de la industria del software y firmas de otros rubros que buscan talento con perfil tecnológico, según datos provistos por la Cámara Argentina del Software (CESSI).
Frente a esta situación no sorprende que las plataformas low code estén ganando popularidad: gracias a sus herramientas de “arrastrar y soltar”, así como también sus interfaces visuales y sus componentes prediseñados, estas soluciones permiten que personas del negocio sin experiencia previa puedan abordar algunas tareas simples de programación de aplicaciones.
Estas plataformas son programas que ayudan en la creación de software y, de alguna forma, permiten incorporar al “desarrollador ciudadano” (citizen developer) para que participe en algunos tramos de la elaboración de soluciones digitales: por ejemplo permiten que un experto en marketing (o un analista comercial, o un gerente de proyecto) pueda crear, modificar o personalizar una aplicación web o móvil sencilla que resuelva algún requisito comercial. Aunque luego esos desarrollos tendrán que ser supervisados por personal calificado, las plataformas low code ayudan a destrabar la actividad de departamentos de TI, que hoy se ven sobrepasados por las demandas de nuevos servicios y funcionalidades, que además deben lanzarse rápidamente y con altos estándares de calidad.
Cuando se combina con la codificación convencional, el low code puede ayudar a ahorrar tiempo y trabajo. Además hace que no se requiera un señority tan elevado en todo el equipo de TI.
Soluciones digitales
Como suele ocurrir con toda tecnología que gana protagonismo, el marketing impide formarse una idea realista del impacto que pueden tener las nuevas soluciones.
Entre los emprendedores hay casos de gente que desarrolló juegos con templates low code, o que armó páginas web básicas con plataformas de bajo código.
Por su parte, en el ambiente corporativo hasta aquí lo que se observa es que las plataformas low code son útiles como apoyo para realizar tareas de desarrollo básicas, y no así para cosas críticas del negocio. Además la experiencia demuestra que con low code los resultados no siempre son de alta calidad. Por ello, como decíamos, siempre hace falta que el trabajo resultante esté supervisado por un programador profesional, para que luego la arquitectura esté alineada, y se puedan asegurar las integraciones, se realicen los necesarios controles de acceso basados en roles y se garantice la seguridad y la integridad de los datos. Todo ello sin afectar las operaciones de los sistemas centrales.
En línea con esto son los resultados de una encuesta realizada por Baufest respecto a la amenaza que puede tener el low code sobre el trabajo de los programadores: solo un 8% de los sondeados indicó que siente que esto podría suceder, frente a un 26% que cree que este tipo de plataformas ya está ayudando a los programadores para que creen productos digitales con mayor rapidez. Por último, el 66% respondió que programar y trabajar con plataformas low code son dos tareas diferentes, que no compiten entre sí.
Desarrollo de aplicaciones
Según la consultora Gartner en promedio el 41% de los empleados fuera de TI, o tecnólogos comerciales, personalizan o crean soluciones de datos o tecnología. Además, predice que para 2025 el 70% de las nuevas aplicaciones desarrolladas por las organizaciones utilizará tecnologías de código bajo o sin código, frente a menos del 25% en 2020.
El éxito de las tecnologías low code pasa por su eficacia para abordar tareas como “digitalizar los flujos de trabajo, mejorar las experiencias de los clientes y los empleados y aumentar la eficiencia de los procesos comerciales y equipos operativos”.
Una estimación de otra consultora indica que el tamaño del mercado global de plataformas de desarrollo de código bajo fue de U$S 5500 millones en 2021; y se espera que se expanda a una tasa de crecimiento anual compuesto de alrededor del 23% entre 2022 y 2030. “La creciente necesidad de implementar rápidamente las soluciones digitales para automatizar las operaciones comerciales abrió nuevos caminos para la adopción de estas plataformas, que brindan componentes básicos que los usuarios comerciales o los desarrolladores de TI pueden usar para integrarse en los flujos de trabajo y las aplicaciones sin codificación manual”, destaca el reporte.
Estas herramientas permiten que las empresas desarrollen soluciones digitales más rápido, logren tiempos de comercialización más veloces, respondan a las exigencias cambiantes de los consumidores y del negocio y puedan mejorar la experiencia de los clientes.
Sin embargo, de ninguna forma puede decirse que las plataformas low code vayan a reemplazar a los equipos de programadores, ni mucho menos. Simplemente pueden ayudar a resolver algunas necesidades digitales básicas de un negocio y acelerar algunos procesos de creación de aplicaciones para superar los cuellos de botella.
Plataformas low code
Pero entonces, ¿es bueno o malo que un proveedor de IT use low code? En Baufest creemos que el el low code se ganará un lugar al simplificar el desarrollo y permitir lanzar funcionalidades para los clientes de manera más rápida.
Hay que considerar que en muchas empresas los equipos de desarrollo están sobrepasados y tienen que priorizar su trabajo, centrándose en los sistemas comerciales críticos y las herramientas necesarias para trabajar con ellos. Y dado que la escasez de desarrolladores no se resolverá en el corto plazo, las herramientas de bajo código pueden ayudar a las áreas de TI para destrabar algunos proyectos y permitir que los programadores profesionales se enfoquen en tareas más críticas y puedan hacer un uso más eficiente de su tiempo, por ejemplo, que no tengan que efectuar configuraciones y escribir código repetitivo. En este sentido se puede decir que el auge de las herramientas de código bajo de alguna forma transformará los equipos de desarrollo de software.
Si bien el código bajo a menudo se asocia con desarrolladores ciudadanos, muchos programadores profesionales también lo usan para simplificar el desarrollo y acelerar los tiempos de construcción. Y esto quedó en evidencia en la encuesta arriba mencionada.
En definitiva, las plataformas de desarrollo de código bajo permiten a los desarrolladores profesionales y ciudadanos crear aplicaciones de manera rápida y eficiente en un entorno de desarrollo de software visual. La velocidad y la practicidad del low code inyectó una importante accesibilidad al proceso de codificación, pero no puede abarcar la gama completa de experiencias de usuario que requieren las organizaciones actuales.
Usar solo low code definitivamente no alcanza, ya que hay muchos componentes cruciales en el proceso de desarrollo de aplicaciones que requieren tiempo, atención y experiencia para tener éxito. Por lo tanto, sin tomarse el tiempo para aprender los fundamentos de la escritura de código o el contexto en el que se usa el código, los desarrolladores que usan herramientas de código bajo llegarán a un límite en la calidad y funcionalidad de su código.
Desarrollo de nuevos productos
Más allá de la solución que pueda aportar para algunas tareas, el uso del low code como una forma de responder a la falta de recursos de desarrollo debe administrarse con cuidado, para que el trabajo se haga de forma segura y gobernada.
Por ejemplo, en Baufest utilizamos estas soluciones para acelerar el desarrollo de aplicaciones web y móviles para nuestros clientes. Combinamos low code con robotic process automation (RPA) e integración y de esta forma buscamos que el desarrollo de nuevos productos digitales tome mayor velocidad y se adapten a las necesidades de cada empresa. Además en base a la experiencia de varios proyectos low code, diseñamos un proceso de gobierno «Journey to Low Code» que maximiza la interacción entre el T y las áreas de negocio para la generación de aplicaciones de valor en forma coordinada.
Al sumar las plataformas low code al desarrollo profesional basado en metodologías ágiles se puede responder de manera más veloz a los requerimientos de las organizaciones, que hoy necesitan lanzar servicios novedosos e innovar a través de herramientas de software.