Es una de las preguntas que nos hicieron en una de las disertaciones en las que el equipo de UX de Bafuest Argentina participó en el marco del ILA Redux 2018.
Nicolás Jaureguiberry, Head of Strategy Design en Inter-cultura, una de las consultoras que más creció en los últimos años, fue quien nos ayudó a elaborar una respuesta.
Muchos contestaron «en el desarrollo técnico«, creyendo que la resolución de este proyecto puede ir en contra del planteo principal. «En la identidad del boceto«, que hará única nuestra pieza respecto al resto, respondieron otros. «En la creatividad del diseñador al generar el boceto”, «en el mensaje que la pieza creativa puede contener” o «en el presupuesto que la campaña tiene para abarcar diferentes medios”, fueron algunas de las réplicas que más resonaron.
De alguna manera podría decirse que todas estas afirmaciones son correctas, y a su vez, no. Por lo cual, para llegar a una respuesta más concreta, es necesario reducir la pregunta a:
¿Dónde está el éxito de los proyectos?
Sí, es cierto, muchos volvieron a caer en las mismas respuestas, que, si bien tienen un grado de certeza, no logran ser la resolución final ni definitiva para contestar este interrogante. En Baufest, identificamos cuatro factores fundamentales en todos los proyectos que nos despejan el camino:
-Claridad en la definición de los objetivos: la falta de claridad en la definición de los objetivos tiene varias implicaciones que afectan de manera negativa al proyecto, a sus participantes y a la dirección misma.
-Utilización de una metodología: hoy por hoy, todo se mide, la tecnología avanza sin detenerse y la inmediatez es una exigencia. Saber dónde estamos, hacia dónde queremos ir, actualizarse, priorizar la automatización cuanto sea posible y mejorar las comunicaciones, se puede conseguir mediante la utilización de una metodología adecuada.
-Precisión en la planificación: la planificación es indispensable para evitar fallos que en estadíos mas avanzados, en pleno desarrollo del proyecto, pueden escapar al control.
El tiempo incurrido en la planificación es tiempo ganado en la etapa final de cada proyecto, y el mejor ejemplo de ello es la eficiencia del método de la cadena crítica que se basa precisamente en este principio y es la metodología con mayores resultados de éxito.
-Compromiso de los participantes: como en una cadena de favores, aquella persona que no cumpla con su compromiso, inevitablemente genera complicaciones en las siguientes etapas.
Si bien los tres primeros principios aportan a la dirección del proyecto toda la responsabilidad, en el último punto, la misma no recae en los roles ejecutivos, sino que se extiende a todo el organigrama.
Por lo tanto, el éxito en la gestión de proyectos es igual al compromiso de los participantes, si identificamos que sólo la comunicación es el factor determinante del éxito en el que más gente debe participar.
Pero entonces, ¿qué diferencia al éxito de un proyecto de diseño con el éxito de cualquier otro?
La respuesta se focaliza en el úlitmo factor: compromiso de los participantes.
¿Quiénes deberían participar?
Si la definición está clara, si elegimos una metodología adecuada a la necesidad, la conocemos y la aplicamos bien, si la planificación es correcta, si el compromiso es alto (factor determinante del éxito) y los participantes no cambian constantemente, entonces… ¿por qué fallamos?
Fallamos porque, de todo lo comentado, únicamente podemos modificar la variable «participantes» y no lo hacemos. “Participantes” debe incluir a todas aquellas personas que interactúen, en cualqier etapa, con nuestro producto. Aquellas personas encargadas de la definición del producto: nuestros clientes. La variable debe estar compuesta por una transversalidad de todos los equipos involucrados en los proyectos. De esta forma, nos aseguramos que todas las ideas converjan en la meta del proyecto, generando un producto utilizable por todos.
¿Test? ¿Quién habló de test?
¿Cómo podremos saber si tuvimos éxito, o no, si no probamos, ni medimos? Para llegar al éxito es necesario probar y validar lo que venimos haciendo, mientras lo estamos haciendo, asegurándonos que cada paso dado no sea en falso, ni sobre un terreno desconocido. Aprendiendo de los errores, mejorando continuamente lo diseñado en el mismo proceso de construcción. De esta manera, estamos contemplando cada variable posible y garantizando que cada hilo suelto tenga su cabo.
Por último, me gustaría agregar que no sólo es necesario e indispensable incorporar a nuestros clientes como parte del equipo de investigación y planeación, sino que la convergencia entre los diferentes perfiles, la participación de cada integrante del equipo y la empatía para con nuestros compañeros son clave para lograr el éxito. Así como la constancia, la disciplina y la organización que encontremos en cada iteración y cada test que realicemos.