Esto permite el acceso y la utilización de la tecnología a la mayor cantidad de personas posibles, de manera irrestricta al modo de utilización de cada una.
Diferentes personas pueden requerir diferentes alternativas para recibir o transmitir información. Estas necesidades pueden ser permanentes o temporales. Pueden afectar el campo visual (ceguera, baja visión, glaucoma, miopía, daltonismo) o auditivo (sordera, otitis, barreras idiomáticas); así como también incluir alternativas de movilidad o incluso consideraciones relacionadas a cambios cognitivos y neurológicos (autismos, dislexia, trastornos por déficit de atención, ansiedad, migrañas invalidantes), entre las que se destacan el declinamiento cognitivo en todos nosotros debido al envejecimiento natural (disminución de la motricidad fina, de la visión, auditiva, o alteraciones en la memoria).
Uno de los aspectos que favorecen la accesibilidad es el diseño accesible. Luego están los desarrollos tecnológicos más específicos de asistencia, o los que propician un incremento de las capacidades humanas.
Todas las personas podríamos ubicarnos dentro de un dial en cuanto a nuestras capacidades, y nos encontramos en distintas situaciones dentro de ese dial, que tiene muchas dimensiones a la vez. Y desde esta perspectiva todas estas tecnologías ligadas con la neuroaccesbilidad permiten aumentar las capacidades de las personas, cualquiera sea el origen de donde arranquen. Y lo que hacen estas tecnologías es movernos dentro de ese dial, incluyendo a todos y sin encasillar a nadie.
Neurotecnología
Puntualizando, el concepto de neuroaccesibilidad refiere a la utilización de neurotecnología, es decir de tecnologías que intentan extraer información de cualquier canal posible de una persona, para poder establecer una interfaz de comunicación bidireccional. En este cruce entre la tecnología y accesibilidad lo que se busca es extraer las señales del cerebro (siempre de manera voluntaria) y usarlas para transmitir una orden a una computadora, o eventualmente para controlar algo.
Las aplicaciones de esta tecnología engloban los desarrollos de distintas disciplinas, que van desde el desarrollo de interfaces cerebrales, pasando por el neurobusiness, el neuromarketing, la neuroergonomía y la neurorehabilitación. Este campo también incluye prácticas de aumento de capacidades humanas tales como cyborgs, prótesis, exoesqueletos, dispositivos de asistencia, biochips y wearables, entre otros.
Por ejemplo, dentro del gran paraguas de la neuroaccesibilidad uno de los campos de trabajo es el de las interfaces cerebro-computadoras (brain computer interface), un área dentro de lo que es la robótica asistida. Su foco es dar una alternativa de comunicación a personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas, como es el caso de los pacientes con ELA (esclerosis lateral amiotrófica). La idea en este caso es extraer señales que vienen del sistema nervioso central, procesarlas y utilizar inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático (ML) para decodificar la información inherente que está detrás de esas señales. Estos desarrollos se pueden utilizar para mover una silla de ruedas, para usar una computadora, el cursor de una pantalla, etc.
Tecnología de asistencia
Las tecnologías relacionadas con la neuroaccesibilidad tienen diversos componentes wearables, es decir que se colocan en el cuerpo. Esta area es muy popular dentro de la cultura maker, ya que en sí misma la tecnología está al alcance de cualquiera que la pueda crear: los costos son bajos y son dispositivos que se pueden construir y ensamblar; actualmente hay muchas personas trabajando en comunidad para hacer desarrollos de este tipo de dispositivos que detectan bioseñales (señales que vienen de todo el cuerpo, y puntualmente las que vienen del cerebro).
En el caso de la tecnología de asistencia (assistive technology) se está en una etapa de investigación y desarrollo: aún falta bastante para que se pueda aplicar a cualquier persona. La idea es resolver el problema de transmitir información para ejecutar un movimiento por un canal alternativo al que se encuentra dañado y que por alguna razón no se puede utilizar. Se busca obtener información del cerebro y el cuerpo de la persona, y crear un dispositivo que supla, ayude y aumente sus capacidades. En estos casos la decodificación de la señal es compleja: se trabaja con machine learning, inteligencia artificial y procesamiento de señales.
Desde Baufest realizamos nuestro aporte para que estos desarrollos puedan resolver problemáticas concretas y ampliar los horizontes de las personas.