Como se explica en este artículo, una CBDC “es dinero digital en la unidad nacional que representa moneda de curso legal con responsabilidad del banco central, similar a la moneda física en circulación”.
Se trata de dinero fiduciario, cuyo valor viene dado por la confianza que inspira su emisor. Y como tal está influenciado en términos de oferta y valor por las políticas monetarias, los superávits comerciales y el banco central de un país.
Este tipo de dinero está basado en un libro de contabilidad digital, y puede aprovechar la tecnología blockchain o de contabilidad distribuida, o no.
Es decir que las CBDC no son criptomonedas (como el bitcoin), ya que no están gobernadas por comunidades autónomas distribuidas, sino por un organismo centralizado.
Monedas virtuales
Las CBDC responden a una tendencia visible: las empresas y los consumidores están optando por formas digitales en sus interacciones monetarias. Su necesidad está impulsada por la rápida digitalización de las economías, el impulso de pagos y liquidaciones en tiempo real, y la necesidad de interacciones monetarias nacionales y transfronterizas más eficientes.
Por otro lado, muchos bancos centrales también se están dando cuenta de la creciente influencia de las monedas digitales y están preocupados por los posibles impactos en el sistema financiero.
Se supone que la tecnología centralizada de las CBDC podría “reducir los gastos, facilitar el flujo continuo de dinero, mejorar la inclusión financiera y brindar un acceso más seguro al dinero a través de canales digitales”.
Por otra parte, las CBDC podrían proporcionar “un panorama de pagos más resistente, apoyando la competencia, la eficiencia, los controles y la innovación en los pagos. También abordarían la disminución del uso de efectivo al mejorar la usabilidad y disponibilidad del dinero legítimo del banco central”.
Monedas digitales emitidas por bancos centrales
Los distintos bancos centrales pueden adoptar diferentes enfoques en la implementación de las CBDC. Los matices se relacionan con su capacidad para reemplazar completamente billetes y monedas, el grado de anonimato o privacidad, el acceso y disponibilidad y la capacidad de generar intereses, entre otras variables.
Actualmente hay dos formatos de diseño comunes para las CBDC: basadas en tokens y basadas en cuentas. Cada enfoque tiene una infraestructura técnica diferente, así como distintos niveles de acceso y privacidad.
Más de 60 bancos centrales están explorando CBDC en diferentes niveles de madurez. Y ya existen tres proyectos minoristas de CBDC activos: Bahamas Sand Dollar, Bakong Cambodia y Eastern Caribbean DCash.
Como se indica en el documento que estamos resumiendo, la introducción de las CBDC “es un disruptor para el ecosistema financiero, fomentando la eficiencia en los pagos y representando una alternativa adicional al modelo monetario actual desde un punto de vista operativo y tecnológico. Los bancos centrales avanzan rápidamente hacia la implementación y, por lo tanto, las entidades financieras comerciales deberían aprovechar este tiempo para explorar el panorama de la moneda digital y reinventarlo para servicios emergentes, oportunidades y creación de valor”.
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