Con lo cual las organizaciones tendrán que acelerar la transformación digital de sus negocios y buscar rutas digitales más directas para conectarse con sus clientes. Todo ello sin dejar de ser eficientes y proteger sus márgenes.
Las tech trends que gobernarán el 2022 tendrán como protagonistas a la distribución del modelo de negocios, las plataformas nativas de la Nube, la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático, la profundización de la automatización de procesos, los nuevos paradigmas de gestión de datos, la evolución de la realidad virtual y la tecnología blockchain.
Las empresas, siguiendo a la consultora Gartner, abrazarán un modelo distribuido “primero digital, primero remoto para mejorar las experiencias de los empleados, digitalizar los puntos de contacto de los consumidores y socios y desarrollar experiencias de productos”.
Para dar sustento a lo anterior las plataformas nativas de la Nube ganarán protagonismo, en la medida en que permiten crear nuevas arquitecturas de aplicaciones que son resistentes, elásticas y ágiles, lo que habilita a responder al rápido cambio digital.
Transformación digital
Por otra parte, habrá un mayor enfoque en Edge Computing, que combina el procesamiento y el almacenamiento de datos en el dispositivo de recolección ubicado cerca de la fuente de información, en el perímetro de las redes, en lugar de depender de un único sitio central que puede estar a cientos de kilómetros de distancia. Este modelo habilita redes inteligentes, en las que los dispositivos conectados realizan análisis esenciales en el sitio y utilizan los resultados para realizar acciones específicas.
A nivel de los datos la tendencia será organizarlos en entramados o tejidos (data fabrics) “que proporcionen una integración flexible y resistente, de modo que estén disponibles en todos los lugares donde se necesiten”.
Respecto a la seguridad informática los despliegues estarán guiados por el paradigma de confianza cero, que requiere una verificación de identidad estricta para todo y para cualquier persona que desee conectarse; y también por el concepto de mallas de ciberseguridad, es decir, de “arquitecturas flexibles y componibles que integran servicios de seguridad dispares y ampliamente distribuidos”.
La tendencia a la automatización de procesos tendrá un nuevo impulso con el concepto de hiperautomatización, que pasa por identificar, examinar y automatizar rápidamente tantos procesos comerciales y de TI como sea posible.
Por otra parte, en 2022 nos familiarizaremos cada vez más con el concepto de «metaverso», esto es, de mundos digitales persistentes que existen en paralelo con el mundo físico y dentro de los cuales se podrán realizar muchas de las funciones a las que estamos acostumbrados en el mundo real, como aprender, trabajar, jugar y socializar.
El anuncio de Meta –que dijo que invertirá U$S 10 mil millones solo en el próximo año en el metaverso, ya fue un catalizador para este nuevo universo digital.
Hay quienes anticipan que el metaverso –un concepto que no está exento de aspectos polémicos- tendrá un impacto en la sociedad tan grande como Internet. En este espacio artificial donde el mundo físico se encuentra con el mundo virtual, la tecnología de realidad virtual (VR) permitirá que las representaciones digitales de personas interactúen, jueguen, conversen, se prueben ropa nueva, etc.
Se supone que este espacio abrirá oportunidades para las empresas, como las de patrocinio de eventos y conciertos, desarrollo de productos solo digitales, juegos y procesos de fabricación (por ejemplo el uso de aplicaciones de metaverso para crear gemelos digitales completos). Además, hay quienes creen que el trabajo también se trasladará cada vez más al metaverso (desde los espacios de trabajo conjunto hasta las reuniones, las simulaciones y la formación).
NFT
En un mundo en el que las criptomonedas empiezan a ganar un nuevo nivel de difusión y atención, habrá otro desarrollo que convocará la atención: los NFT (token no fungible), activos «únicos» en el mundo digital que se pueden comprar y vender como cualquier otra propiedad, pero que no tienen una forma tangible propia.
Este activo digital representa objetos del mundo real como arte, música, elementos del juego y videos. Se compran y venden en línea, frecuentemente con criptomonedas, y generalmente están codificados con el mismo software subyacente que muchos criptos.
Básicamente, los NFT son como artículos de colección físicos, solo que digitales. También obtienen derechos de propiedad exclusivos. De hecho, estos tokens digitales pueden considerarse certificados de propiedad de activos virtuales o físicos y hay quienes anticipan que cualquiera podrá tokenizar su trabajo para venderlo como NFT. También hay quienes sugieren que los NFT jugarán un papel vital en el próximo metaverso: “Abrirán una plétora de nuevos modelos comerciales y modelos financieros regidos por contratos inteligentes en lugar de instituciones financieras”.
Estas tendencias orientarán las inversiones digitales de las organizaciones en 2022, en un mundo que avanza en su transformación digital.