El funcionamiento de estas aplicaciones guarda similitudes con las aplicaciones web; no obstante, al igual que sus contrapartes nativas, se descargan e instalan en los dispositivos. Esto conlleva la fusión de los beneficios de los sitios web y las aplicaciones convencionales. Algunos programadores optan por ellas para integrar con facilidad funciones propias del dispositivo, tales como notificaciones push, acceso a la cámara y geolocalización.
¿Qué hace que estas aplicaciones sean tan populares?
Principalmente, su capacidad para que los desarrolladores escriban código una sola vez y generen aplicaciones aptas para múltiples plataformas. En esencia, los desarrolladores pueden manejar una base de código única, evitando así la creación de versiones separadas para Android y para iOS. Esto conlleva una reducción de costos y esfuerzos en el desarrollo por lo que la clave radica en la reutilización del código existente.
Además, las aplicaciones híbridas permiten la creación de aplicaciones móviles utilizando los mismos lenguajes familiares para los desarrolladores (HTML, JavaScript y CSS), lo cual amplía la base de programadores capaces de trabajar simultáneamente. Por otro lado, las pruebas de las aplicaciones también se benefician al no necesitar la redacción de guiones de prueba exclusivos para cada tipo de aplicación. Realizar pruebas con una única base de código reduce la infraestructura requerida para las pruebas y simplifica el proceso de control de calidad. La creciente fragmentación en tipos de dispositivos y versiones de sistemas operativos eleva la necesidad de desarrollo móvil.
Ventajas uniformes
Entre los principales beneficios, se destaca que las aplicaciones híbridas operan en diversas plataformas y resultan más económicas de desarrollar en comparación con crear dos versiones de una aplicación nativa para diferentes plataformas. Asimismo, resulta más sencillo implementar parches y actualizaciones.
Por otro lado, es importante considerar algunos aspectos negativos, como el posible rendimiento más lento, la variabilidad en la apariencia de una aplicación híbrida en distintas plataformas y la necesidad de probar la aplicación en diversos dispositivos para garantizar un desempeño óptimo. Además, si la interfaz no es uniforme y no está adaptada a los navegadores habituales del usuario, la experiencia del usuario puede verse afectada. Adicionalmente, dado que las aplicaciones híbridas se basan en gran medida en la web, podrían requerir la experiencia de expertos con conocimientos más especializados sobre distintas interfaces y funciones telefónicas.
En resumen, las aplicaciones híbridas presentan la ventaja de proporcionar funcionalidad a un costo reducido. Son compatibles con múltiples plataformas y el tiempo y esfuerzo requeridos para su desarrollo son considerablemente menores en comparación con la construcción independiente de múltiples aplicaciones nativas.
En un entorno en el cual las organizaciones necesitan crear aplicaciones de manera ágil para innovar y adaptarse a las cambiantes demandas de sus clientes, las aplicaciones híbridas emergen como una solución facilitadora.