Sin embargo, con esta revolución también vienen nuevos desafíos, especialmente en el ámbito de la ciberseguridad. Es un error común pensar que la nube es inherentemente segura solo porque los proveedores invierten grandes recursos en su infraestructura. La realidad es que la seguridad de la nube depende, en gran parte, de cómo configuremos nuestros entornos y recursos.
Sorprendentemente, muchos ataques a entornos en la nube no explotan vulnerabilidades complejas ni fallas técnicas sofisticadas, sino que se aprovechan de configuraciones incorrectas o descuidadas. De hecho, un informe de Gartner predice que hasta el 99% de los fallos de seguridad en la nube hasta 2025 se originarán en errores del cliente. Esto subraya la importancia de la configuración correcta y la adopción de buenas prácticas desde el momento del despliegue.
Evitar configuraciones predeterminadas: La primera línea de defensa
Un error recurrente en las implementaciones en la nube es el uso de configuraciones predeterminadas, que si bien son convenientes, no siempre están optimizadas para garantizar la seguridad. Estas configuraciones, que a menudo buscan facilitar la puesta en marcha rápida de recursos, pueden dejar tu infraestructura vulnerable si no se ajustan adecuadamente. Aquí presentamos algunos ejemplos de configuraciones por defecto que suelen ser inseguras:
1. Buckets de almacenamiento sin restricciones de acceso
Los servicios de almacenamiento en la nube, como Amazon S3, Google Cloud Storage o Azure Blob Storage, permiten almacenar grandes cantidades de datos con facilidad. Sin embargo, uno de los errores más comunes es dejar estos buckets configurados para permitir el acceso público sin restricciones. Esto puede exponer datos sensibles, desde información personal de clientes hasta claves API o documentos confidenciales, a cualquier persona con una conexión a Internet. Casos de filtraciones masivas de datos por este tipo de configuraciones incorrectas son comunes, como lo evidenció el ataque a Capital One en 2019, donde un bucket mal configurado permitió el acceso a información sensible de más de 100 millones de usuarios.
2. Bases de datos con credenciales por defecto
Dejar bases de datos con credenciales por defecto es otro error frecuente. Contraseñas como «admin» o «password» siguen siendo vulnerabilidades explotadas por atacantes. Este tipo de configuraciones facilitan ataques de fuerza bruta, donde los delincuentes prueban combinaciones de contraseñas conocidas para obtener acceso. La realidad es que los atacantes están al tanto de estos errores y los aprovechan rutinariamente. De hecho, el uso de credenciales débiles o predeterminadas es una de las principales causas de violaciones de datos.
3. Máquinas virtuales con puertos abiertos innecesarios
Al lanzar máquinas virtuales (VMs) en la nube, es habitual que ciertos puertos se mantengan abiertos para facilitar el acceso, como el puerto SSH (22) para Linux o el RDP (3389) para Windows. Si bien esto es necesario para la gestión remota, dejar estos puertos abiertos sin restricciones de acceso adecuadas es una puerta abierta para atacantes que intentan llevar a cabo ataques de fuerza bruta o exploits conocidos. Un estudio de Check Point reveló que el 49% de las empresas que experimentaron incidentes de seguridad en la nube fue debido a configuraciones incorrectas de seguridad, y los puertos abiertos son uno de los culpables principales.
4. Grupos de seguridad con reglas demasiado permisivas
Los grupos de seguridad, que actúan como cortafuegos en entornos de nube, deben configurarse de manera restrictiva para permitir solo el tráfico necesario. Sin embargo, es común encontrar reglas que permiten el acceso desde cualquier dirección IP («0.0.0.0/0») a servicios críticos, como bases de datos o servidores web. Esto significa que cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo, puede intentar conectarse a estos servicios, lo que aumenta enormemente el riesgo de intrusiones no autorizadas.
Buenas prácticas para una seguridad robusta en la nube
La clave para asegurar tu infraestructura en la nube es ser proactivo y ajustar todas las configuraciones predeterminadas. Cada recurso en la nube trae una configuración por defecto, que si bien puede funcionar inicialmente, no siempre es la más segura. Para mitigar riesgos, es esencial adoptar las siguientes buenas prácticas:
- Aplicar políticas organizacionales: Implementar políticas organizacionales en la nube garantiza configuraciones consistentes y seguras en toda la infraestructura. Herramientas como Organization Policies en Google Cloud, Service Control Policies (SCP) en AWS y Azure Policies permiten restringir el acceso y controlar el comportamiento de los recursos a nivel global. Esto asegura, por ejemplo, que los buckets no sean accesibles públicamente o que no se desplieguen máquinas virtuales con puertos abiertos sin protección, evitando configuraciones inseguras desde el inicio.
- Uso de Infrastructure as Code (IaC): Automatizar la configuración de la infraestructura mediante herramientas como Terraform o Ansible permite definir configuraciones seguras desde el inicio, reduciendo errores manuales. Con IaC, las buenas prácticas de seguridad se aplican de manera consistente, como el cierre de puertos innecesarios o la encriptación de datos. Además, IaC facilita la auditoría de cambios y la recuperación rápida ante incidentes, al ser versionable.
- Cumplir con los estándares de seguridad: Considera implementar estándares reconocidos, como los CIS Benchmarks, que proporcionan guías detalladas para la configuración segura de entornos en la nube. Estos marcos han sido desarrollados por expertos en ciberseguridad y están diseñados para ayudar a mitigar los riesgos más comunes en la nube.
Asegurar la Nube: Un Compromiso Permanente
La nube no es segura por defecto. Aunque los proveedores de servicios en la nube invierten grandes esfuerzos en proteger sus infraestructuras, la responsabilidad de asegurar tu entorno recae en ti, el usuario. Configurar los recursos adecuadamente es la primera línea de defensa contra las amenazas cibernéticas. En un entorno en constante evolución, no subestimes la importancia de revisar y ajustar cada parámetro de seguridad para proteger tus datos y aplicaciones.
Por Nicolas Calle, Operations Specialist de Baufest.