La gamificación “trata de introducir mecánicas propias de los juegos en entornos y contextos que no se consideran lúdicos. El objetivo es que los usuarios perciban las acciones como algo entretenido, lo que mejora la tasa de satisfacción y también las interacciones con la actividad”.
Los desarrolladores de las aplicaciones más utilizadas en el mundo -como Facebook, Twitter y Youtube– utilizan técnicas de gamificación para mantener enganchados a sus usuarios. Para ello buscan formas de activarlos y recompensarlos constantemente. Este tipo de acciones no solo son divertidas, sino que al combinarlas con soluciones tecnológicas de big data y analítica arrojan datos útiles para las empresas, de modo tal que puedan mejorar la fidelización de los clientes. Y, como además, hoy se puede recurrir a la automatización de procesos, las organizaciones pueden trabajar con libertad a la hora de desarrollar las acciones gamificadas ya que el progreso de los usuarios (en lo que hace a niveles o resultados, por ejemplo) no se tiene que controlar manualmente.
Gamificación
Ahora bien: ¿cómo es que los mecanismos del juego desencadenan la motivación? “Hay dos tipos de motivación que hacen que las personas actúen: extrínseca e intrínseca. Los motivadores extrínsecos son a menudo recompensas tangibles o visibles para motivar la participación en una tarea o comportamiento. La motivación intrínseca, por otro lado, es un impulso que proviene del interior y que se basa más en las emociones y los deseos –por ejemplo, la persona completa una tarea porque disfruta de la actividad en sí misma”, –se explica en este artículo que también aporta información interesante.
De tal manera, para aplicar con éxito la gamificación en una aplicación es preciso comprender claramente qué motiva al usuario y asegurarse de que todas las dinámicas y mecánicas del juego estén en orden para que funcione. De hecho, “descubrir las motivaciones de los clientes o empleados y diseñar cuidadosamente una experiencia de usuario ludificada para potenciar el compromiso, es un verdadero arte”.
La mayoría de las aplicaciones móviles y web actuales ya utilizan algún tipo de motivadores extrínsecos “en forma de elementos similares a los de un juego, como créditos monetarios o regalos. Si bien esta puede ser una excelente manera de desencadenar la adopción inicial, puede perder efectividad con el tiempo. Para cosechar un compromiso sostenible, también puede hacer falta una forma de motivar intrínsecamente al público objetivo”.
Fidelización de clientes
Entre otras cosas, las estrategias de marketing gamificado hoy permiten obtener un feedback directo de los usuarios. Con el almacenamiento y la gestión de estas grandes cantidades de datos podemos conocer a nuestro usuario de muchas maneras. No solo sobre la forma en que interactúa con la acción gamificada, sino también sobre sus tendencias y gustos, lo que permite una segmentación posterior para trabajar sobre la fidelización de los clientes.
La gamificación para aplicaciones es beneficiosa tanto en las estrategias de participación del cliente como de los empleados. De hecho, las aplicaciones gamificadas logran mayor compromiso y mayor tasa de retención. Agregar elementos de juego puede incrementar el conocimiento y la conversión; y además aumenta el uso y la adopción de las apps.
Para profundizar en este tema recomendamos la lectura de este artículo.